DIA 3. LOS ANGELES - RUTA 66 - CALICO- BARSTOW

Coches abandonados y bastante tuneados, Chatarrero de la Ruta 66

Desayunamos en el hotel y antes de empezar el viaje por la Ruta 66 nos dedicamos en cuerpo y alma a encontrar la nevera de porexpan que habíamos leído y compra todo el mundo. Estaba agotada en los 3 supermercados que entramos a mirar.

Por fin ya salimos en dirección a la mítica Ruta 66.

Se trata de una antigua carretera, con mucha historia que se ha mantenido  viva gracias al cine, la música y la literatura. Se inauguró en 1926 y unía Chicago con los Ángeles, recorriendo gran parte del país a lo largo de casi 2.500 millas. Pero en los años 80 entró en decadencia al ser remplazada por las grandes autopistas interestatales.

Viajando por ella encuentras bares super decadentes, gasolineras que dan "iuiu", casas en medio del desierto con montones de chatarra acumuladas y muchísimos  coches destruidos casi por completo allí oxidándose,

Chatarra

La carretera discurre por el desierto de Mohave,  hay un mini aeropuerto con un cementerio de aviones pero nosotros no vimos el desvío.

Nos gusto viajar por alli. Paramos en un par de baretos de carretera a qual más desfasado. Los camareros fueron muy agradables y tenian muchas ganas de hablar con nosotros, de explicarnos "batallitas" suerte de mi nuera que habla muy bien ingles y nos hacia de traductora.

Aproximadamente a las 2,30 horas de viaje llegamos al pueblo fantasma de Calico.

Entrada 4 adultos: 32$

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La calle principal

Es un auténtico pueblo minero fantasma, está apartado unos pocos  kilómetros de la carretera, en una ladera de roca roja y pelada.

Hay casas de madera, con un ambiente de poblacho minero y pobre. Se creó a finales del siglo XIX, por los aventureros y empobrecidos colonos que buscaban plata en esta zona, Calico creció hasta superar los mil habitantes, desperdigados en casas de madera 
reseca por el intenso calor y el viento asfixiante de la zona. Hacia un calor del carajo.
Cuando alli  la plata empezó a escasear la actividad minera decayó hasta desaparecer a principios del siglo XX.

Pueblo de Calico

Hoy, unas letras blancas en lo alto de una colina anuncia dónde se encuentra . Hay que pagar por entrar. Seis dólares los adultos, tres los niños. El pueblo está en cuesta, así que lo mejor es subir hasta arriba e ir descendiendo.

En lo alto se ve la perspectiva de todo el pueblo. Hay tabernas, tiendas y restaurantes que mantienen la imagen de lo que fue Calico hace cien años. 

Cerca se mantiene en activo un trenecito que antes transportaba los minerales y ahora transporta turistas.

Tren turístico por el recorrido del Tren minero en Calico

Comimos bien allí, super fresquitos en una taberna donde ponen en cada mesa un barreño lleno de  cacahuetes con cascara, las cascaras se tiran al suelo y no lo deben barrer nunca por que esta cubierto de una alfombra  densa de cascaras de cacahuetes. En  Lil's Saloon Buena comida y bebida por: 38,1$

Museum Ruta  66

El agua y las cervezas las sirven muy frescas, fresquísimas,  en potes de cristal de los de hacer conservas. Todo muy rústico.

Después de comer nos fuimos hacia Barstow.  

Durante el recorrido se nos cruzó un coyote y más adelante sentados en el Museum de la Ruta66 de la foto, apareció pajarito correcaminos, lástima que no estuvieran juntos persiguiéndose y puteándose como en los comics de los dibujos de la Warner.

El señor del museo dispone en el mostrador de una fotografia dando de comer al correcaminos, por tanto los 2 personajes viven en el entorno del museo

Buscamos el Motel donde nos alojaríamos por una noche,  previamente lo habíamos reservado.

Hotel Americas Best Valve Inn. Dirección: 1350 Main Street, Barstow.  
2 habitaciones dobles con desayuno incluido x 1 noche nos costo: 112,50$

El coyote

Teníamos dos habitaciones amplias, con nevera, cafetera  y microondas. Las 2 daban a una piscina que nos fue super bien para refrescarnos después del calor que habíamos pasado en Calico.

Además teníamos lavadora y secadora allí mismo, nos bañábamos y a la vez podíamos controlar la colada. En la misma zona había un helera gratuita. Fantástico, lo teníamos todo a la vez.

Nos relajamos tanto que cuando salimos a cenar ya estaban cerrándolo todo. Solo pudimos comprar una pizzas y bebida en Dominos, total:  18 $ Nos las comimos en una mesa de picnic que teniamos en el motel, al lado de la piscina.

Hotel American Best Value

Si miráis el mapa viréis que al dormir aquí fuimos unos kilómetros en dirección contraria a donde teníamos que ir al día siguiente, pero es que los demás pueblos ya están a muchos kilómetros.

Allí las distancias son enormes y miden en millas.

Al día siguiente cogimos el desayuno que servían en la mini recepción y nos lo tomamos en la mesa de picnic que como ya he dicho estaba al lado de la piscina.

Cargamos de hielo la nevera portátil y no fuimos hacia nuestro próximo destino, Seligman.